lunes, 30 de septiembre de 2013

Conclusión

Conocer la anatomía de la pared torácica, la pleura, el esqueleto y músculos del tórax, los bronquios, el mediastino (su contenido estructuras viscerales, vasculares y linfáticas) y el diafragma constituye un principio fundamental  en el aprendizaje de los elementos básicos en la interpretación de la radiografía de tórax para médicos, estudiantes de medicina, técnicos radiólogos, y todos aquellos que estén dando sus primeros pasos en el fascinante y complejo mundo de las imágenes.

Probablemente, la radiografía de tórax, junto con la historia clínica y la exploración física, sean la base sobre la que se fundamenta el diagnóstico de una gran cantidad de enfermedades respiratorias, especialmente por parte del médico de atención primaria, de allí la importancia de conocer bien la anatomía a fin de poder identificar y describir cualquier patología.

Como futuros radiólogos debemos conocer la estructura de nuestro cuerpo y como se compone para así determinar la técnica de estudio que mejor se adapte a cada órgano. La radiografía simple de tórax es la más acertada para el estudio de la misma y consiste en la obtención de una imagen de la zona anatómica en donde se observa la caja torácica así como órganos contenidos en su interior: pulmón, corazón y diafragma

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